Visita a casa

La pasada noche, Mirai no volvió a su habitación de la Residencia del Instituto. Tras salir de la piscina, ella empezó a caminar y caminar hasta que llegó a la montaña, donde vivía antes de ingresar en Etoku. Su hermana aun estaba en su casa, cosa que le sorprendió, ya que la misma le dijo que se marcharía a trabajar a Venecia. Mirai se puso muy feliz, ya que echaba en falta a su hermana. Pasó la noche y gran parte del día en su hogar, pero cuando por fin decidió volver a la Residencia, decibió un SMS de su compañera, Sachiko, quien le decía que no volvería esa noche a la habitación que ambas compartían. Entonces, decidió quedarse una noche mas con Kikyou, ya que ésta se marchaba al día siguiente lejos, muy lejos de ella...

Mirai había pasado todo el día en su verdadero hogar. Ayudó a su hermana a hacer las maletas, cogió algunas cosas más para llevar a la Residencia y salieron las dos a despedirse, abajo un taxi esperaba a su hermana.

-Tengo que marcharme, Mirai.-Le dijo Kikyou

Mirai asintió con la cabeza.

-Lo sé... Que tengas mucha suerte, hermana.-Le dijo, con los ojos brillantes.

-Tú también, esfuerzate mucho en el Instituto.-Le respondió, se quedo un instante mirándola a los ojos y la abrazó. -Nunca olvides que te quiero, Mirai. Aunque estemos lejos, siempre estaré contigo... No me olvides.

Mirai soltó unas lágrimas y se separaron. Kikyou le acarició la cabeza con suavidad y cariño.

-Ah, por cierto... Hay mucho camino hasta el instituto. Si vas con tu apariencia de zorro te darás mucha más prisa.-Dijo intentando evitar la triste despedida y se metió en el taxi, el cual arrancó mientas las dos se despedían con la mano.

-Adiós, hermana...-Se decía a sí misma mientras se secaba los ojos y cambiaba su aspecto.

Así, con la apariencia de un pequeño zorro tomó el camino hacia la Residencia.