En un banco

Se sento en un banco posando los brazos bien abiertos en el respaldo y echando la cabeza hacia atras mientras escuchaba metal. Como hacia fresca se cerro la chaqueta de cuero.

Al rato se percato de una libreta sobre el banco y la tomo. Estaba oscuro y no se podia apreciar bien los detalles, lo que si sabia es que sin duda era negra.

-Que curioso, alguien la habra perdido.

Tras pasar rato largo decidio irse a su habitacion.

Se sento en otro banco. Saco su bajo y dejo la funda apoyada. Alli se puso a tocar.

-P: Menudo aburrimiento... si no fuese por mi bajo me volveria loco...

La luz de la mañana lo desperto, se quedo dormido tumbado en el banco. Con pereza cojio la funda de su bajo con este ya metido en su interior, se puso las gafas de sol y se dirijio hacia su habitacion.

Despues de estar tiempo dando vueltas por el patio se sento en el mismo banco que ayer. Pasaba el rato aburridamente cuando de golpe oyo un extraño sonido que provenia de debajo de las ventanas. Se acerco y vio a un hombre tendido en el suelo.
-Mierda!

Esneguida me puse a gritar con la esperanza de que viniera alguien para ayudar.

Hitoshi al oir un grito se acercó, aunque tampoco se dio una especial prisa.

Llegó a donde estaba el chico y se acercó a él. Vio al hombre tendido en el suelo, y simplemente se quedó perplejo, sin saber como reaccionar.

El chico tardó un poco en reaccionar, intentó balbucear algo, pero simplemente se fue corriendo

Despues de que se llevaran el cuerpo tras reconocerlo como el profesor Nick McKain y me interrogaran me fui a mi habitacion a descansar, mi cuerpo lo necesitaba.

Se puso a dar vuelta por el patio por si divisaba a alguien conocido, pero no fue asi. Por lo que volvio a su habitacion, cojio su bajo y como siempre se fue al mismo banco a practicar.

Se canso de tocar, por lo que guardo el bajo en su funda y con esta colgada del hombre fue a buscar a Ryomou y Fye.

La zona estaba solitaria como siempre.

Se sento en un banco junto a una farola encendida y desenfundo su instrumento.

-Me pregunto donde se habra metido todo el mundo... Se preguntaba mientras tocaba.

Bajó las escaleras hacía la piscina.

- Pues vaya, parece que todavía no me he aprendido el camino a la piscina...esto es el patio.. -

Oyó una música de fondo. Sonrió. Fue hasta el lugar de donde provenia la música. Allí estaba Alexander.

- Cada día me gusta más como tocas Dijo mientras salia de detrás de un árbol.

Dirijio su mirada hacia ella.

-Y tu cada dia pareces aun mas preciosa si cabe.

Acavo de tocar el fragmento.

Se acercó a él y se tumbó en el suelo, cerrando los ojos.

- Que bien se está aquí de noche, cuando vine aquí me traje conmigo una tienda de campaña, pero la verdad nosé para qué, así que para deje de coger polvo, estoy pensando en decirle a Sachiko y demás de ir al monte a pasar un fin de semana. Tiene que estar bien... - Sonrió.

-Una acampada? Podria ser divertido.

Empezo a tocar de nuevo.

-Por cierto, ya sabes algo de Fye o Sachiko?

- Que va... estan desaparecidos, no los veo por ningún sitio. - Dijo con un ojo abierto.

- Estaran consumando su amor... - Rió

Se puso a juguetear con unas piedras del suelo. Siempre estoy haciendo planes, pero nunca hemos encontrado a Fye o a Sachiko para decirselo. -

-Tarde o temprano tendran que aparecer. No se pueden estar eternamente encerrados en una habitacion. Dijo bromeando.

-Si quieres salimos tu y yo.

- Salimos cuando quieras y donde quieras - Dijo mientras se levantaba - Peero, ya es tarde y el sueño llama . Se acercó a el y le besó.

- Si te aburres en tu habitación, puedes venir a la mia - Sonrió

- Buenas noches - Dijo mientras se despedía con la mano

-Jaja, que duermas bien. Decia en una sonrisa.

Siguio tocando mientras se marchaba.